Antonieta Carmona, Karla María2019-11-252019-11-252012-10-231692-2786https://repositorio.usc.edu.co/handle/20.500.12421/2288El dinamismo de la sociedad del conocimiento ha generado una economía globalizada; el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones ha transformado todos los ámbitos, incluso el sector educativo. Los cambios en las estructuras económica y del trabajo plantean nuevos perfiles en los recursos humanos, lo que se ha convertido en un desafío para los modelos de enseñanza-aprendizaje en las instituciones de educación superior, especialmente en aquellas muy ligadas a las necesidades del sector productivo, quienes continuamente deben evaluar y validar los conocimientos adquiridos por los estudiantes. Hoy las empresas toman en cuenta, además del saber y el conocimiento, la iniciativa, el compromiso, la habilidad, la vocación y la capacidad de adaptación al cambio. En este marco se concentra el concepto de empleabilidad, asociado con la capacidad de un individuo para ser empleado en cualquier organización y entendida como el saber basado en la experiencia. La Organización Nacional de Aprendizaje para Adultos de la Confederación Británica [NIACE] plantea la empleabilidad como una cualidad de los individuos que se construye socialmente, principalmente por las organizaciones y las instituciones. Las organizaciones representan de manera explícita o implícita los conocimientos, habilidades, competencias y características que hacen a una persona empleable según los requerimientos del negocio y el proceso productivo.esOpinión de los empleadoresCalidadServicios educativosArticle